LAS MEDUSAS
Las medusas (también llamadas aguamalas, malaguas, aguavivas o lágrimas de mar) son organismos marinos pertenecientes al filo Cnidaria y al de los Celentéreos; son pelágicos, de cuerpo gelatinoso, con forma de campana de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca en su extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos cargados con células urticantes llamados cnidoblastos. Se caracterizan por su movilidad, y variabilidad mesoglea. Aparecieron hace unos 500 millones de años.
Para desplazarse por el agua se impulsa por contracciones rítmicas de todo su cuerpo; toma agua, que ingresa en su cavidad gastrovascular y la expulsa, usándola como "propulsor".
El concepto de medusa no es taxonómico sino morfológico. Muchos cnidarios tienen una alternancia de generaciones, con pólipos sésiles que se reproducen asexualmente y medusas pelágicas que llevan a cabo la reproducción sexual. Solo los antozoos carecen de forma medusa; las otras tres clases de cnidarios (hidrozoos, escifozoos y cubozoos) poseen forma pólipo y forma medusa; dichas medusas presentan características distintivas en las tres clases, de modo que se puede hablar de hidromedusas, escifomedusas y cubomedusas respectivamente.
QUETZAL.
El quetzal (Pharomachrus mocinno) es un ave en peligro de extinción de la familia de los trogones, y habita en el sur de México y en Centroamérica.
Tiene un plumaje muy llamativo, con el cuerpo verde y el pecho rojo, todo con iridiscencias, y siendo las plumas de la cola y las alas más largas que las del resto del cuerpo.
Su canto es como un silbido que suele cantar de dos en dos o a veces repitiéndolo de forma monótona.
Se alimenta de frutos, insectos y ranas, y vive en zonas de selva montañosa, en espacios húmedos.
Construye sus nidos dentro de los agujeros de los árboles que él mismo roe, y suele tener dos crías por nidada.
La imagen del quetzal aparece en la bandera y el sello de Guatemala, llamándose además quetzal la moneda de este país. Es el ave nacional desde 1871.
Es un ave muy relacionada con mitos y otras historias.
Cuenta una leyenda guatemalteca que el quetzal solía cantar hermosamente antes de la conquista española, que calló después, pero cantará de nuevo cuando la tierra esté libre de verdad.